¿Qué día mejor podría haber para celebrar mi cumpleaños que el estreno de El Hobbit? Pues bien, me dispuse a ver la segunda parte de la saga, y me encuentro con que Peter Jackson me deja un regalo de cumpleaños no muy agradable.
(Enlaces de las críticas las cuales cito y comento)
http://cinemania.es/criticas-de-cine/el-hobbit-la-desolacion-de-smaug
http://cinemania.es/criticas-de-cine/el-hobbit-la-desolacion-de-smaug
Me he leído el
libro, pero ello no me convierte en un “tolkienófilo talibán” como apunta el
crítico de Cinemanía; si no en una persona más crítica (que quizá ser críticos es
lo que deban hacer muchos con ese empleo para merecer ser llamados así). Cuándo
se decide adaptar un libro a la gran pantalla, que menos que intentar que no se
pierda su esencia; porque si no se pretende, no se debería de anunciar como en
este caso El Hobbit, si no que se debería de anunciar como una versión
alternativa; es que por Dios (bueno mejor por Alá que según los de Cinemanía
debo de ser talibán) si incluso en las preferentes debieron de dejar patente su
timo, aunque fuese en letra nanométrica.
Es
evidente que no se va a hacer un copy paste del libro al cine, hay que
conseguir adaptarlo y ahí reside la pericia de un director que se dispone a
hacerlo. Se necesita dinamizar la historia, por eso escenas como el ataque de
los orcos en la bajada por el río (en el libro no sucedía esta persecución)
suponen un subidón de adrenalina necesario en el cine en muchas ocasiones.
Pero
Jackson (como muchos artistas) se le ha desequilibrado el ego: ha
sentido la necesidad de alejarse del libro para imponer ideas totalmente fuera
de lugar que desequilibran la historia; todo artista, como tal, precisa ese
sentimiento de que ha parido algo desde su propio cerebro, y se le debió de
olvidar que estaba haciendo una adaptación, no pareciéndole suficiente todo el
mérito que podría tener, queriendo creerse un Georges Lucas (fue él quien
inventó la genial historia de Star Wars, no solo la dirigió).
Pues
bien, el principio de la película pasa como flashes bastante inconexos bum
huargos bum casa del hombre oso bum arañas; pasar por estas escenas tan de
puntillas crea una sensación de que parezca que estás viendo un tráiler y no
una película, incluye estas escenas para mantenerse fiel a los fans del libro
aunque a regañadientes por lo que se ve, pero siendo un director de renombre
tendría que ser capaz de ser algo más sutil. Pues estas escenas descolocan y se
pierde el transfondo del libro: con Bilbo que aunque no os lo creáis es el
protagonista (Jackson le hace bullying) Tolkien pretendía que Bilbo Bolson
pasara por un descubrimiento de sus posibilidades, ser un hobbit y que por esto
se le considerara cobarde y vago no
sería motivo suficiente para que no aspirara a más, y así fue evolucionando a
lo largo del libro(esto sí que me parece una verdadera reflexión filosófica y
no lo que se pretende hacer en la peli con el amor elfa-enano que trataré a
continuación); esto no se ve para nada en la película, siendo el pilar del
libro, en la película Bilbo posee una chulería impresionante y bastante
incomprensible, por ejemplo en la escena de las arañas se quita el anillo de
repente y le dice a una algo asi como: uuu estoy aquí, y la mata; con esto no
solo manda al otro mundo al bicho si no a su propio personaje.
(Y por
otro lado la cultura de masas…) A parte del motivo que he presentado, el ego
resentido de Jackson, otro muy claro es que los gustos cambian y la situación
de un paladar más exquisito por parte del público, por la que pudieron nacer
las tres grandes películas de la saga de los anillos, se está perdiendo a un
ritmo preocupante; se exige violencia “esos enanos que ya no cantan,
sino que reparten estopa” alaba así el de Cinemanía a la película, joujou ¿te
mola que den caña a tope ehh tío? Buen hombre, tengo entendido que Rambo y
Chuck Norris ponen fina a la peña, quizás esté usted buscando su entretenimiento
en las películas equivocadas “Ante este cuento de hadas con
esteroides de épica” sí sí amigo, te tengo calado, ya sé que es lo que te gusta
ver a ti, en las de Rambo también hay muchos esteroides pero todos condensados
en el actor (no todo lo hace el gimnasio).
Entre
nuestra elfita y un enano surge una tensión amorosa profundísima: en la escena
en la que encarcelan al grupo de los enanos, cupido lanzó una flecha certera a Kili y éste inspirado por el eros le dice: mmm podrías registrarme debajo
de los pantalones... (aquí se deja más que claro que este personaje femenino lo
usan para calentar el ambiente simple y llanamente, que se dice pronto para una
película que se supone de tan alta categoría). Solo le faltaba un hola que hases?
al enano para romper el hielo; este ya me pareció motivo suficiente para que la
película y los que están involucrados en su creación pierdan toda la
credibilidad y el respeto que se les pudiese dar. Esta poética frase debió de
inspirar al crítico de otra página… (IGN España): “la calidez y la poesía florecen en cada diálogo, alumbran cada suceso, e incluso dignifican una relación amorosa inexistente en la novela”
La
escena que se ve que intentan que sea la más destacada de la película me parece
la más desacertada, es la de la tropa de enanos fustigando al pobre(irónico
adjetivo) Smaug, está vacía de contenido y no aporta nada en la historia, sientes que puede ser una película cualquiera la que estés
viendo(claramente esto estropea toda la magia) si reemplazas a el dragón por
ladrones, a los enanos por un niño y a la montaña por una casa puf ya tenéis
Solo en casa. Con esto me refiero a que no es una escena tan sorprendente como
quieran hacer parecer, es bastante burda y se nota que la presentan de tal
manera para que sea el clímax de la película…
Por
último me pareció un tanto gracioso el momento en el que Sauron semeja una
pupila y aparece varias veces seguidas, ¿La zanahoria que se tomó Peter Jackson
al principio de la peli era alucinógena(él hace un cameo, es ese paisano del
principio)?¿Sauron quiere grabar un videoclip psicodélico con Jefferson
Airplane?
Bueno
gente, acabo diciéndoos que hay que ser críticos con el mundo (pero siempre con
argumentos, usando el raciocinio, y con delicadeza para no caer en lo
chabacano) y pocos serán los límites que encontraréis en vuestra vida. Empezar
por no tragaros el caldo aturdecerebros, y tener cuidado que se prepara en más
cocinas de las que creéis.