sábado, 16 de agosto de 2014

Haciendo zapping radioactivo

Hoy he visto un documental sobre la guerra fría, y he llorado. No lloro por los hijos de mis hijos mutados por la radiactividad, no lloro por los muertos en Hiroshima y Nagasaki; lloro por ese pedazo del inerte cosmos capaz de ser consciente de si mismo y que se está autodestruyendo.

Al acabar el documental irónicamente dio comienzo el sorteo de la lotería, no pude evitar una risilla al palpar lo absurdo del asunto ¿Qué mayor lotería que la que vive todo el planeta? Si explotase una ínfima parte del armamento nuclear existente nuestro planeta no diferiría demasiado de Mercurio, siento confirmaros que esto no se trata de una hipérbole, es ciencia. Desaparecería la especie humana, la conciencia del cosmos; pero segurían existiendo las bellas nebulosas, las imponentes galaxias, pero hay que recordar que la belleza no existe si no existe un observador para apreciarla. Tiemblo en mi sofá al pensar que estamos propiciando que los átomos que nos conforman se disgreguen para dejar de constituir conciencia y pasen a formar parte de una majestuosa nebulosa. La preocupación creciente de la sociedad por nuestra función estética y el descuido de nuestros pensamientos parece un oscuro presagio, unos pasos tremendamente siniestros que diese la conciencia del cosmos hacia su autonegación, y consecuente autodestrucción.

Cambié de canal envuelta en un torbellino de emociones, estaban con la predicción del tiempo en un canal 24 h de noticias. Otra risilla histérica brotó de mis labios: la predicción del tiempo se ocupa de comunicarnos el futuro del clima para conocer como este nos afectará, bien, esto es obvio, pero si tanta es la preocupación popular por si hará Sol en la costa para saber si podrán gozar de un buen bronceado ¿No se les debería de comunicar que la piel de la cual se preocupan tanto por su color amenaza con desprenderse de ellos? Hacia casi cada lugar del mapa meteorológico cubierto por una nubecilla o un Sol apuntan misiles nucleares que pueden explotar solo presionando un botón, y eso si que es una predicción del clima futuro que nos debería de conmocionar.















Quizás una predicción similar a esta se haría antes del bombardeo. Solo unas nubes amenazan Hiroshima.












La realidad sería otra.



Alzo mi voz para pedirte que alces tu cabeza y mires por encima de cualquier dogmatismo o conformismo, desde allí arriba podrás ver muchos mundos, en uno de ellos tú y toda la humanidad sobrevive y se recrea, lo ves ante ti, muy claro, pero no podrás alcanzarlo con la mano ni aunque pongas una pistola en ella, solo lo podrás alcanzar acompañándonos a aquellos que hemos decidido alzar nuestra voz.  

El documental del que os hablaba se trata de "La historia no contada de los Estados Unidos", dirigida por Oliver Stone. También me parece muy adecuado al tema el capítulo 13 "¿Quién habla en nombre de la tierra?" de la serie Cosmos de Carl Sagan.